viernes, 1 de marzo de 2013
visitando las reservas naturales en los tuxtlas
De paseo por el puerto de Veracruz, hay muchas cosas por hacer; sin embargo a poco más de tres horas del puerto hay una zona conocida como los tuxtlas, con una vegetación abundante y con una laguna conocida mundialmente: la laguna de catemaco.
Partiendo del puerto jarocho tomamos la carretera 180 que pasa por alvarado, un trayecto de poco más de dos horas; poco antes de llegar a Catemaco tomamos una desviación rumbo al pueblo de Eyipantla, un pequeño poblado en el que no hay mucho que ver pero que cuenta con una de las cascadas más impresionantes de México: el salto de Eyipantla. Cuanta la leyenda que Tlaloc gobernó en los Tuxtlas y que el salto de Eyipantla era su casa.
Luego de almorzar en el parador turístico nos dirigimos a descender por los 244 escalones que llevan a la parte baja de la cascada y nos detuvimos un momento a admirar la belleza de este espectáculo natural.
Después retomamos el camino y siguiendo el curso del río Grande nos diriigimos a Catemaco, para rodear la laguna y llegar a nuestro destino final: Nanciyaga.
Nanciyaga es una reserva natural que se encuentra a un costado de Catemaco, se carateriza por contar con servicios de alojamiento en un entorno sustentable que utiliza energías renovables. Ofrecen visitas guiadas en un entorno de armonía con la naturaleza, casi la mayoría de los consumos que ahí se consumen son naturales y orgánicos, inclusive para beber agua adapatan las hojas de una de las especies de árboles que ahí se cultivan, los huespedes tienen algunas opciones adicionales como deportes extremos en el agua y una piscina con agua de manantial.
Nanciyaga cuenta con su propio embarcadero desde donde se puede rentar una lancha para visitar la célebre isla de los changos, una pequeña isla donde la Universidad de Veracruz alojó a monos macacos del sureste de Asia para realizar estudios en 1974 y se adaptaron al entorno formando una comunidad hasta nuestros días.
Después de visitar Nanciyaga, tomamos el caminode regreso visitando algunos puntos intermedios que bien valen la pena, como la fábrica de puros Te Amo, que aunque muchos no lo saben, se producen en San Andrés Tuxtla; la fábrica es una especie de museo y cuenta con puros para todos los gustos y presupuestos, un cortador se encarga de mostrar el proceso de elaboración con hojas de tabacos secas al turista.
En el camino rumbo a Veracruz se encuentra la desviación a Tlacotalpan, lugar de nacimiento del flaco de oro Agustín Lara, con sus casitas de color blanco y su tradición folklorica que le han permitido ser catalogado como pueblo mágico de México. Tlacotalpan cuenta con una pequeña laguna que a diferencia de algunos otros sitios en Veracruz no es tan visitada, por lo cual si les gusta disfrutar de una tarde tranquila tomando una bebida frente a un lago, este es el lugar adecuado.
Ya en el ocaso, nos dirigimos de regreso al puerto de Veracruz para degustar una cena típica en la Mera Madre, un restaurante con mucha tradición en Veracruz.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)